jueves, 4 de febrero de 2010

EL REGRESO, por Pilar Bugella

Volver de Ronda ,
y dejarse allí el Tajo y el puente
adosado a sus paredes
de pájaro azul, halcón peregrino
y lluvia que apunta al cielo;
dejarse allí las calles empedradas,
las puertas de las casa, madera y clavo,
la hermosura del hierro en los balcones,
las piedras increíbles y viejas…
tanto que no vi, tanto que me dejo
tras los arcos de la muralla….
Y el Tajo,¡Dios!, el Tajo…
y el cielo enorme.

Pilar Bugella

POEMA A RONDA, por Pilar Bugella

Sobre ti,
celeste el cielo se declara,
cercano y grande,
amplia bóveda donde te recortas,
ciudad bella e inigualable,
como surgida de un mágico conjuro.

He pisado tu solar,
palpado tus piedras viejas,
cansado a mis ojos que han mirado
más que nunca lo hayan hecho
y me he traído
tu imagen irreal en las retinas.

¿Cómo puede un cerebro
hacer lugar a tanta maravilla?.
Toda tú te has venido conmigo
y estás allí, cofre de tesoros,
sólida y robusta, blanca tú,
sobre las crestas del Tajo.

* Mucho antes de que la película Avatar y sus montañas flotantes estuvieran en el cine, Calle del Agua editó en su revista nº 4, dedicada íntegramente a Ronda, ciudad soñada, esta fotografía salida del estudio de Manuel Ibáñez, amigo y colaborador desde sus inicios. Por tanto, que no vengan a decir que el mundo de Avatar se inventó fuera. Manolo ya lo vió y yo lo soñé y ambos hicimos soñar a mucha gente. Y no hicieron falta ningunas gafas especiales. Así, de golpe, frente a los ojos, la belleza. Y si no que se lo pregunten a mi compañera Pilar y a sus improntas poéticas.
En Málaga está todo, por si no lo sabían.

Mariví Verdú.

CINCO SOLEARES. A PILAR BUGELLA.

Tiene una voz mi conciencia
que me recomienda siempre
misericordia y prudencia.

De la vida he conocido
su rosa, la del amor,
su espina, la del olvido.

Escuchando a la razón
yo sentí cómo lloraba
a mares mi corazón.

Contempla el mundo y verás
que poco tiene que hacer
quien no sabe de maldad.

Una amistad verdadera
es más grande y más profunda
que el mar y la tierra entera.

A mi buena amiga Pilar Bugella, con todo cariño de Mariví Verdú

martes, 2 de febrero de 2010

DICE EL ÁRBOL, de Manuel Benítez Carrasco

Yo soy tu amigo y te digo
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

Estoy para darte frutos,
tal vez solamente pájaros,
sombra, si la necesitas,
rumor, si te gusta el cántico.

Algún día podré ser
la ventana de tu cuarto,
la mesa para tu pan,
la mecedora, tu arado,
la ayuda de tu jornal
o el lecho de tu descanso.

Cuando cantas una nana,
yo, de cuna, estoy cantando;
a veces crujen mis ramas
para acompañar el canto.

Tal vez, si llegas a viejo,
me necesites de báculo.
Puede ser que en los inviernos,
cuando haya nieve en el campo,
mis brazos les den calor
a los tuyos y a tus manos.

Y yo he de ser, aunque es triste
el tener que recordarlo,
el último compañero
que te llevará en sus brazos.

Siendo más fuerte que tú
-y en completo desamparo
a los fríos del invierno
y a las llamas del verano-,
si me ofendes, no te ofendo,
si me dañas, no te daño,
si me tiras, no me quejo
al contrario:
cuántas veces
-y eso que lo diga el sándalo-,
el cuchillo que me hiere
lo devuelvo perfumado.

¿Qué te hacen falta mis frutos?
Yo te los doy de buen grado.
¿Qué te hacen falta mis ramas?
Corta, por tanto, mis brazos.
¿Qué necesitas mi tronco?
No te apene el derribarlo.
Para tu servicio crezco
y para tu bien me abato.
A cambio, sólo te pido:
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

¿Qué estorbo en un sitio? Piensa,
antes de darme el hachazo,
hasta qué punto es verdad
que puede estorbar un árbol.

¿Tienes que cortar dos ramas?
Por favor, no cortes cuatro.
Que si el daño que me haces,
cuando es por tu bien, no es daño,
y no sólo en paz lo acepto
sino con placer lo paso,
el que me haces sin causa
ese sí que me hace daño.

Yo soy tu amigo y te digo:
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

Manuel Benítez Carrasco

En recuerdo de este gran poeta y en gratitud a
los compañeros de la Tertulia que lleva su nombre, por este precioso libro de poemas de Manuel Benítez Carrasco, antología que han seleccionado María Isabel Morcillo Esteban y Rafael Delgado Calvo-Flores,
ilustrado por Luis Díaz de la Guardia.
Desde Málaga, con mucho cariño
a nuestra Granada,

Mariví Verdú.

El poeta Manuel Benítez Carrasco es nuestro abanderado, el de la Asociación Cultural Literario Flamenca "Calle del Agua", a la que pertenecemos, como no podía ser de otra manera.