sábado, 28 de julio de 2018

HOY QUIERO SER ALMENDRO, de Mariví Verdú

Porque me necesito
hay veces que me pierdo
en mitad de la historia
y me retiro al huerto.
Tengo pocos olivos
y muchos sufrimientos
que, con pensar un poco,
me salen al encuentro.
Me hace falta estar sola,
apenas con mi cuerpo
y este espíritu mío
al que voy conociendo.
Sesenta y cinco años
llevamos discutiendo.
A veces sin hablarnos,
llegamos a un acuerdo
siempre tras de un desastre
con el amor por medio:
razón y corazón
llegan a poco arreglo.
Y así, por temporadas,
quitándome de en medio
doy tregua a los disgustos
que entre los dos mantengo.

¿Quién podrá castigarme
por mirar hacia dentro,
por buscar en la honda
tristeza de mi pecho
algún rastro que diga
que soy yo, que no he muerto,
que es la misma persona
que vivía entre versos?
la que se condolía
con el dolor ajeno
como si fuera propio
y sintiera en sus huesos
la carga de la vida
lastrando los recuerdos.
Aquella que era antes
no sé si sigo siendo:
memoria, risa y llanto
que persiste en el tiempo.
Por todo lo que he sido
hoy quiero ser almendro
y quedarme entre pájaros
escuchando el silencio.

28 de julio de 2018,  Mariví Verdú

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