La vida ya no es más que una palabra.
Todo lo que antes fui soy del olvido,
-carne amarga que un día fuera rosa-
mas... hay un rastro de mi que dejo escrito
por si la flor pudiera ser de nuevo
con el hilo que enhebre un alma pura.
Qué regrese la rosa en otros labios,
ya sin mi, para siempre, mi palabra.
El Garitón,
17 de noviembre de 2018
De Mariví Verdú
para Ida Vitale, espejo claro.
Mujer digna de alabanza.
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