martes, 19 de enero de 2010

LA TRISTEZA DEL HOMBRE

Hace mucho tiempo que descubrí que el hombre es triste por naturaleza. Alegrarse la vida no es otra cosa que tapujear el miedo a la muerte, darle un vuelco al corazón para que lata al revés, por no sufrir. Pero nadie puede huir de la vida y sus conocidos resultados. Y, a pesar de que el natural del hombre -hablo del ser inteligente- es la tristeza, pobre del que no consiga cantar las mañanas como los pajarillos, bañarse en las aguas como un pez olvidado, dar gracias por el sol y por la lluvia, y acometer la muerte como un emperador o un simple tallo de oro. La alegría de ser hace digna a la muerte.

Mariví Verdú

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